Goya y el Filumenismo

El gran pintor Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos 1746 – Burdeos 1828) era hijo de José Goya, dorador de retablos y Gracia Lucientes de familia infanzona. Ambos vecinos de Zaragoza donde su hijo Francisco vivió hasta los 29 años.

En Zaragoza aprendió los fundamentos de la pintura con José Luzán, pintor barroco de formación italiana. Intentó, en dos ocasiones, a los 17 y 20 años de edad conseguir una beca de estudios de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid, fracasando las dos veces.

Prosiguió su formación en Italia, desplazándose por sus propios medios y manteniéndose con la ayuda de las ordenes religiosas españolas, implantadas en Roma, y con la venta callejera de pequeños cuadritos.

Alli permaneció dos años hasta su regreso a España, donde pintó al fresco en la basílica del Pilar de Zaragoza, posteriormente se traslado a Madrid donde pintó, cartones para tapices, que luego adornarían los salones de la Casa Real, retratos para la Casa Real y los palacios de la aristocracia. Para Manuel Godoy, Príncipe de La Paz y valido de Carlos IV pinto las dos famosas Majas, vestida y desnuda. Llegó a ser pintor del Rey y director de la Real Academia, que en su juventud le denegó el apoyo a su formación.

Caja de cerillas de cartón de C.A.F., 93 x 40 mm

Victima de una dolorosa enfermedad, a los 46 años, se quedó completamente sordo y posteriormente vivió los días de la invasión francesa de España. Partidario de la Ilustración que promovía la modernización de España, sufrió el desencanto de contemplar como las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, se trocaron en la brutalidad y el salvajismo, que provoca la guerra.

Realizó 4 colecciones de grabados: Los Caprichos (donde critica los vicios de la sociedad) Los Desastres de la Guerra (donde manifiesta la brutalidad de los conflictos armados) La Tauromaquia (asuntos de la fiesta de los toros) y los disparates (donde da libertad a su imaginación mas desbordante).

Terminada la guerra contra Napoleon, y desencantado del fracaso de las ideas liberales, se refugió en una casa de campo, a las afueras de Madrid, donde pinto en las paredes sus enigmáticas Pinturas Negras.

Ante el temor de ser represaliado por sus ideas liberales, los últimos cuatro años de su vida los pasó en la ciudad francesa de Burdeos, donde murió a los 82 años.

La tertulia en el café de Pombo, de José Gutiérrez Solana

Goya en las cajitas de cerillas

La relación de la obra de Goya con las cajitas de cerillas, comenzó desde los primeros momentos de la industria fosforera.

Ha quedado plasmada en la pintura de José Gutiérrez Solana, titulada “La tertulia en el café de Pombo” que se encuentra en el Museo Reina Sofia de Madrid.

En ella queda retratadas las personas que se reunían alrededor de Ramón Gómez de la Serna, en el citado Café.

En el ángulo inferior derecho, apoyada en la mesa, al lado de una copa de ron, aparece una cajita de fósforos con la figura de una “manola” que Goya reflejó en una de sus Pinturas Negras de la Quinta del Sordo.

Se trata de un retrato de Leocadia Zorrilla, ama de llaves de Goya, en La Quinta y en Burdeos.

Es una cajita de goma del Gremio de Fabricantes de Fósforos de España, clase extra nº 4, con fototipia de Barguñó de Barcelona fabricada entre 1910 y 1915.

Muchísimos oleos de Goya aparecieron en aquellas cajitas de fósforos de principio del siglo XX. Conocemos al menos 28 cajas conteniendo reproducciones fotograficas, como las siete ejemplos abajo. También hay recreaciones dibujadas por diferentes autores.

Siete paneles del Gremio con oleos de Goya

Goya en las Fototipias

De la misma época (1897 – 1910) son los interesantes álbumes de Fototipias, y en su álbum nº 29 se recogieron 74 reproducciones de las 80 que componen la serie de grabados titulada “Los Caprichos”. Además, aparecieron oleos de Goya en las Series A y B.